Plaza dedicada al insurgente Vicente Guerrero Saldaña (1782-1831), razón del nombre que ostenta y de la estatua situada en el centro del jardín.
Este jardín es uno de los espacios recreativos que más ha cambiado su fisonomía a lo largo de casi un siglo.
En sus inicios este predio formó parte del Convento de Santa Clara. En el año de 1912, por su extraordinaria ubicación y a iniciativa del obispo Manuel Rivera y Muñoz (1908-14), sobre los vestigios del antiguo convento se pensó construir la nueva Catedral de Querétaro, un proyecto que abortó al encontrarse en el lugar varios yacimientos acuíferos que impedían su estabilidad.
A inicios de la década de los veinte, varios espacios públicos fueron rehabilitados en la capital, entre ellos este enorme predio al cual se dotó de media docena de lámparas, dos grandes fuentes circulares, varias islas jardinadas, 24 bancas de madera y una asta bandera.
El Jardín Guerrero fue inaugurado el 16 de septiembre de 1922, y ese mismo año se construyó la fuente, uno de sus principales atractivos, obra del arquitecto José Fernández Mendizábal.
El 27 de septiembre de 1989, se colocó la gran estatua en bronce de Vicente Guerrero, obra del escultor Abraham González, autor en la misma época de la nueva estatua del dios Neptuno.
Esta plaza fué y sigue siendo el punto de encuentro para artistas queretanos, los cuales exponen sus creaciones a la mirada curiosa de los visitantes.
Lugar de ligue, encuentros amorosos y rupturas; punto obligado para comprar el periódico y bolearse los zapatos; postal de una infancia que transcurrió entre la pista de patinaje y los juegos entre la cantera y las flores; y, más recientemente, sitio de reunión de decenas de cibernautas urbanos, ya que cuenta con una red inalámbrica de internet.
Actualmente también es una de las estaciones donde podrás rentar una bicicleta para poder pasear a tu gusto
