El Origen de La Muñecs Lele

La muñeca otomí Lele, creada por Artesanas de Amealco, se ha convertido en una emblemática representación del patrimonio Artesanal de Querétaro, conquistando corazones en ciudades como San Francisco, Madrid y Sídney.

Lele, que significa «bebé» en otomí, es el resultado de una fusión entre los ritos prehispánicos y las costumbres españolas, habiendo evolucionado de sus primeras versiones hechas con arcilla y palma a las actuales, confeccionadas en trapo y listones de colores.

Alrededor de 10,000 artesanas otomíes, principalmente de las comunidades de Santiago Mexquititlán y San Idelfonso Tultepec, se unieron en cooperativas para impulsar la producción de estas muñecas. Su éxito se disparó con la llegada de las redes sociales, permitiendo que la muñeca Lele se viralizara y se convirtiera en un sustento vital para muchas familias. En 2018, Lele fue declarada Patrimonio Cultural de Querétaro y Patrimonio Intangible de la Humanidad, y en 2019, una Muñeca Gigante recorrió el mundo, destacando su importancia cultural.

A pesar de la crisis por la pandemia, los productores innovaron en sus modelos de negocio, creando diversos productos inspirados en Lele, como aretes, llaveros y ropa pintada a mano.

Sin embargo, enfrentan el reto de la competencia de réplicas chinas, lo que subraya la importancia de apoyar a los artesanos comprando productos originales. Aunque en otras regiones de México se elaboran muñecas similares, como las «Marías» en Michoacán y Estado de México o «Lupitas» en Guanajuato, cada versión destaca por sus propios materiales y estilo.

La Muñeca Lele no solo simboliza la riqueza cultural de Querétaro, sino que también invita a valorar el trabajo artesanal en un mundo globalizado