Su nombre, proveniente del purépecha ha sido objeto de interés por su simbolismo y origen.

La palabra “Querétaro” es una castellanización del término crettaro, que significa “cañada” o “lugar de juego de pelota”.
Este vocablo alude a la geografía del lugar, donde una cañada natural se asemejaba a una cancha para practicar el juego de pelota prehispánico conocido como ulama.
La traza urbana de Querétaro destaca por combinar elementos hispánicos e indígenas.
Los conquistadores españoles mantuvieron la cuadrícula característica de sus asentamientos, complementándola con callejones serpenteantes en barrios indígenas.

El Centro Histórico, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) en 1996, alberga joyas arquitectónicas como el acueducto, construido en 1735, conventos como el de Santa Clara y la Casa de la Corregidora, símbolo de la independencia mexicana

Hoy por hoy el estado es un punto industrial y turístico que conserva su identidad histórica y cultural, atrayendo visitantes y residentes gracias a su vibrante patrimonio y desarrollo moderno.
